Entrada número 250, y hoy os dejo un relato:
Entró al edificio y se dirigió a la puerta de la izquierda, que estaba entreabierta para encontrarse con Alicia, sentada tras su mesa.
Alicia era la Secretaria y recepcionista, una mujer guapa y simpática, que siempre tenía una sonrisa para todos los que trabajábamos allí.
- Hola, cuanto tiempo sin verte por aquí... creía que te habías ido sin despedirte de nadie - le dijo Alicia al verle.
- Hola.- respondió mientras se acercaba y le daba dos besos- No mujer, todavía no me he ido. Pero cuando me dijeron que me cambiaban de proyecto, fue todo tan rápido que no pude despedirme de nadie.
- Bueno, ¿y qué tal por el nuevo cliente?...
- Bien, tranquilo comparado con esto...
- Hombre, normal.- dijo ella para añadir en un susurro- con lo que os han puteado aquí, cualquiera cosa será mejor... ¿no?
- Je je je... que bien lo sabes... bueno, ¿está Arturo por ahí? He venido a hablar con él.
- Sí, ¿quieres que le llame o pasas y saludas a todos?...
Durante un momento dudó... pero haciendo de tripas corazón, y con un nudo en el estómago dijo:
- No... ya paso y saludo a todos.
Se fue hacia la puerta situada a la derecha, que también estaba entreabierta, y entró en la sala...
Una sala que le resultaba, por desgracia, muy familiar. Sobre todo después de haberse pasado los últimos 6 meses allí sentado, trabajando sin descanso desde las 8h de la mañana hasta las 21h...
La mesa de Arturo estaba a la izquierda, nada más entrar... pero antes de que pudiese ir hacia él, una voz sonó desde el fondo de la sala, sacando a todos de su letargo y haciendo que se girasen hacia él....
- ¡¡¡Hombre!!!... ¡Malandrín!... si te has dignado en volver a las mazmorras a visitar a tus compañeros presos.... JA JA JA....
Casi no hacía falta ni verle levantarse de la mesa, mientras se reía, para saber que era Patxi, quien con su mejor humor sarcástico, aprovechaba para 'calentar el ambiente'...
Al tiempo que Patxi venía hacia él, sonriente, los demás se giraban y se iban levantando, también sonrientes por volver a verle por allí...
Bueno, no todos... porque en realidad había 4 especímenes que con cara de sorpresa e indignación, y algo de incredulidad, le miraban...
Pero lo importantes no eran ellos, ya no... así que se centró en saludar al resto...
'¿Qué tal por allí?'
'Me han dicho que salís a vuestra hora, ¿todavía quedan proyectos así? JA JA JA'
'¿Qué tal todo? ¿mejor del estrés?'...
Uno a uno, todos sus compañeros de fatigas, los hombres y mujeres que durante 6 meses habían sufrido junto a él, en aquel largo 'sobreesfuerzo' que al final había valido de poco (tal y como predijo en su momento) le iban acribillando a preguntas mientras aún intentaba responder a las primeras....
'Bien, un poco lejos pero bien'
'Sí, la verdad es que allí las cosas se llevan BIEN y no hace falta quedarse'
'Sí, ya mucho mejor... aunque aún queda mucho para recuperarme'...
Mientras tanto, Arturo, quien también se había percatado de su llegada, le esperaba en su mesa con una sonrisa...
Arturo era el Gerente, y aunque no habían hablado mucho, y su relación había tenido momentos tensos a causa de los últimos 6 meses de trabajo, era una buena persona. Su único problema, se sentaba frente a él... llevaba falda y era la querida del Jefe de Proyectos y uno de los socios del proyecto... demasiado incluso para él.
Tras un breve resumen, y prometer que comería con ellos... se dio la vuelta y se fue hacia él...
- Buenas... ¿Qué tal todo? ¿cómo por aquí?... -le preguntó mientras le estrechaba efusivamente la mano.
- Bien... todo bien, con bastante trabajo, pero llevándolo bien. Pues el caso es que venía a hablar contigo, así que si tienes un momento...
- Claro, claro... pero... mejor vayamos a una sala -le dijo bajando la voz y mirando de reojo a su 'amiga'.
Salieron de la sala, y cruzaron la recepción hasta una de las salas de reuniones.
Era una sala grande y luminosa, con grandes ventanales que daban a la calle... ventanales por los que se colaba la luz del soleado día... esa luz que tanto había añorado los últimos meses.
Ya sentados, Arturo le preguntó:
-Bueno, antes de nada... ¿qué tal por el nuevo proyecto? ¿mejor? ¿y los compañeros?...
- Bien, gracias. La verdad es que ha sido un buen cambio. El proyecto sin agobios, nada que ver con esto... y los compañeros...
Aquí estuvo a punto de añadir '
bien, salvo que me tienen algo de miedo tras los informes que tu amiga ha ido dando de mi'... pero prefirió ser diplomático y tan solo añadió...
- muy bien... gente muy maja, buena gente...
-Me alegro hombre... cuando te he visto llegar pensaba que quizás no estabas a gusto... pues nada, dime... ¿qué es lo que querías hablar?...
-Bueno... pues... verás... -aquí siempre le costaba lanzarse, y tenía que hacer acopio de valor-... el caso es que me ha llegado una oferta de trabajo.
Cuando lo soltó, miró de reojo a Arturo y vio que seguía sonriendo pero con un ligero atisbo de seriedad....
- El caso es que es una oferta interesante, me ofrecen un puesto de Analista-Programador, mejor sueldo y un buen cliente.... -la verdad es que era un cliente genial... un Ministerio y con jornada de 8 a 15h.
Arturo le miró durante un instante, mientras seguramente recordaba su salario y pensaba en los márgenes de negociación que tenía, y un instante después le dijo:
-Bueno, no pasa nada... es normal. La verdad es que hoy en día falta gente en todas partes, y no paramos de buscar... Pero no te preocupes, podemos negociar... lo de la categoría... ¿la tuya era Programador Senior?
-Sí, esa era.- respondió
-Vale, pues entonces te subimos a Analista Programador, no hay problema... y el salario, pues dime cuánto te ofrecen y te lo igualamos... ya me encargaré yo de discutirlo para que no haya problemas... efectivo a partir del mes que viene... ¿de acuerdo?... ¿qué te parece?...
Durante un instante llegó a dudar... repitió mentalmente lo que Arturo le había dicho y pensó que no estaba mal... si estaba dispuesto a negociar tan rápido, sin discutir, era porque le necesitaban. Así que incluso podía decir que la oferta era mayor a la real y sacar otros 2.000€-3.000€ más al año...
Pero entonces... recordó algo y respondió:
-Hombre, es una oferta muy tentadora, lo reconozco... pero, no he venido a negociar. Tan solo he venido para decírtelo en persona, y para que me firmes la carta
Y puso sobre la mesa dos copias de la carta de renuncia...
-Pero... hombre, dame algo de margen. Mira, se que estos meses han sido duros... lo han sido para todos. Incluso se que has pasado por muchos temas personales, aunque nunca dejaste de lado lo profesional... y aunque se que no se te compensó adecuadamente, se que eres un excelente profesional. De hecho todo el mundo me lo ha recordado durante este tiempo y se lo que hiciste antes en Metro y que sin ti habría sido impensable el haber logrado lo que hemos logrado en este proyecto...
- Gracias Arturo... pero la verdad es que es una decisión que he meditado durante mucho tiempo, y quiero abrir una nueva etapa profesional...
- Pero, ¿por qué no quieres negociar?...
La pregunta resonó en su mente... y entonces todos los recuerdos inundaron su mente.
Recuerdos del final del verano, cuando se '
descubrió' que los
tiempos eran demasiado ajustados, y que con el equipo de 4 personas que había sería imposible sacar adelante el proyecto.
La llegada de la '
amiga', como nueva Jefa de Proyecto, y las 2 personas de su confianza y la gente para añadir al equipo.
De como
en apenas 2 semanas, intentó enseñar al equipo de desarrollo cómo trabajar con algo, que hubiese requerido al menos un mes de aprender.
De como una operación rutinaria a su padre, se convirtió de repente en estar al borde de la muerte y pasarse 1 mes en la UCI y otros 2 meses ingresado y postrado en una cama...
De cómo durante esos 3 meses no dejó de trabajar, porque todo dependía de sus conocimientos técnicos, y el poco tiempo libre que tenía lo pasaba en la Clínica junto a su padre.
De cómo de repente sus '
compañeros' analistas, pasaron a ser
su enemigo en casa... acusándole en las reuniones de seguimiento de no querer ayudarles para llevar el trabajo al día, mientras él se esforzaba al máximo con su equipo para no retrasarse...
De cómo la '
amiga' empezó a discutir con él por cualquier cosa... y como
retrasaba las reuniones de seguimiento a última hora de la tarde (dos horas perdidas de trabajo al día) para evitar que se pudiese ir antes a casa...
De cómo empezó a perder el sueño y hasta las ganas de comer... y cómo empezó a tener la sensación de haberse quedado atrapado en un bucle en el tiempo...
Pero sobre todo, recordó cómo, tras la entrega, en su revisión anual su incentivo por el '
esfuerzo' se convirtieron de 500.000ptas a 100mil, su subida de categoría quedó postergada al año que viene, y de cómo tuvo que aguantar que le dijesen que '
su actitud no ha sido nada colaborativa, y no ha sabido trabajar en equipo con sus compañeros para ayudarles en sus tareas'... mientras la subida prometida de salario, se quedaban en otras 100.000 ptas más al año.
Y por un momento... estuvo a punto de perder los papeles y responderle con todo eso. Echarle en cara todo lo que había pasado durante esos 6 meses, lo que había sufrido por querer ser '
profesional' y no dejarles tirados cuando su padre estuvo a punto de morir en el postoperatorio, yendo a trabajar en lugar de estar junto a él.
Abrirle los ojos sobre esa arpía que se hacía llamar 'Jefa de Proyecto', cuyos únicos méritos eran haberse metido en la cama apropiada para escalar en la empresa, y de cómo tras 3 meses de trabajo le había elegido como chivo expiatorio de su más que sonado fracaso.
Y por supuesto... recordarle que 4 meses antes ya le había dicho que
era imposible que terminasen a tiempo y con calidad, y que era mejor negociar con el cliente cuáles eran los módulos más importantes para centrarse en ellos y establecer nuevos hitos a partir de la primera entrega...
Y estuvo a punto... pero cuando parecía que toda la rabia y cólera acumulada, iba a salir por su boca en cuanto la abriese... en ese mismo instante se dio cuenta de que no merecía la pena.
Y no merecía la pena porque aquel hombre que estaba sentado frente a él, había sido el único que había intentado ayudarle dentro de sus límites. El había sido el que se la había jugado para sacarle del proyecto hace un mes, y le había buscado un cliente cómodo y tranquilo, enfrentándose con la 'amiga' y sus jefes superiores.
Así que se lo pensó mejor y le dijo...
- Mira... diles, porque se que se lo tendrás que decir a ellos... diles que no he querido negociar, porque si hace un mes no me merecía un mejor sueldo, ni un mejor trato, ni un poco de respeto... no creo que ahora lo merezca, y no quiero que nadie me de algo que no me merezco.
Arturo le miró, lo entendió y le deseo mucha suerte... no sin antes recordarle que siempre que quisiera volver tendría una puerta abierta.
Salieron de la sala... Arturo volvió a su sitio, mientra él volvía con sus compañeros y quedaba con ellos para las 2, para comer juntos y poder hablar tranquilamente...
Patxi, el más indiscreto, se reía mientras tanto mientras repetía... '¡que cabrón!... JA JA JA...¡que cabrón!'
Luego salió, sin tan siquiera volverse a mirar a los otros 4, que sí le miraban de reojo... unos con envidia, por salir de allí, y otros con cierto odio en la mirada.
Al salir Alicia le preguntó...
-¿Ya te vas?...
-Sí... creo que va siendo hora de cambiar de aires...
-Me alegro... de verdad. Ahora por lo menos podrás disfrutar de tu chaval y tu chica...
-Sí... ahora sí que podré volver a disfrutar de ellos...-dijo con la mirada perdida, para añadir- Por cierto, he quedado con el resto para comer, y así les pongo al día. Vente y así no tendrás que enterarte en los corrillos del café.
-De acuerdo... ¿te quedas por aquí?...
-No... es temprano. Así que aprovecharé para dar un paseo por la Plaza de Colón... así aprovecharé para verla de día... será toda una novedad...
Salió por la puerta, a la calle... y tras mirar a ambos lados de la calle se fue hacia la derecha, camino a la Plaza de Colón...
El sol brillaba ya alto, y hacía un espléndido día de primavera, con una temperatura agradable y bonito cielo despejado...
'Sí... es un buen día para comenzar a vivir de nuevo'.