Hace un año y medio los camioneros ya marcaron el camino a seguir, ante unos dirigentes más preocupados de las críticas por intentar reestablecer el orden público que de reestablecerlo.
Y los taxistas, que se encuentras en pie de guerra por la Ley del Omnibús que será la ruina para muchos, aprendieron la lección y parecen dispuestos a seguir dicho camino.
Ayer en Madrid ya pudimos asistir al colapso de la ciudad cuando los taxistas, tras manifestarse legalmente, decidieron seguir cortando calles a su antojo ante la pasividad policial.
Llegando al extremo incluso de agredir a quienes, en su pleno derecho, decidieron seguir trabajando en lugar de sumarse a las protestas, o de encararse con los desesperados ciudadanos que se veían atrapados en un calle sin otra opción que esperar a que estos 'señores' decidiesen dejar circular al resto de trabajadores.
Conductora encarándose con los taxistas. Foto de ElPais.com
Tres y cinco de la tarde. Plaza de Neptuno. Un grupo de taxistas tira piedras a un taxi ocupado. La viajera sale corriendo. Apedrean los faros.
Pero lo peor se está produciendo tras disolverse el grueso de la protesta, a eso de las 17.00. Quedan a estas horas 200 personas apostadas en la Glorieta de Carlos V y alrededores, vigilados por 30 antidisturbios a la espera de refuerzos, agentes de movilidad y Policía Municipal. Los concentrados paran a todos los taxis que pasan, les quitan la obligatoria tarjeta de identificación y les zarandean y patean el coche. También les retuercen los limpiaparabrisas y les abren los maleteros.
Lo que ha supuesto que de momento hay
5 taxistas detenidos por estos hechos.
Pero como si lo de ayer, y previsiblemente hoy, no fuese bastante, han empezado también a
amenazar con cortar las nacionales de acceso a Madrid (comentario #596 en
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Y me pregunto, ¿hasta cuándo vamos a tener que aguantar los trabajadores que cualquier colectivo de cafres la líe con total impunidad?...
Que protesten, pero como hacemos todos, con los medios que hay para ellos, pero sin llegar a comportarse como animales y dirigir sus protestas contra los que no tenemos nada que ver en el tema.
Sobre todo, porque lo único que van a conseguir es lo contrario que buscan, poner a la opinión pública en su contra, como ya pasó con los camioneros en su momento.
Si tienen huevos, que cercen el Congreso de los Diputados, la sede del PSOE en Ferraz o La Moncloa, que es donde están los auténticos responsables.