He tenido que aprovechar un poco de tiempo libre tras las vacaciones de verano para poder terminar de ver Fringe, serie de la que tenía pendiente la cuarta y quinta temporada.
Durante estas 5 temporadas, Fringe ha pasado de ser una serie al estilo 'Expediente X', con casos extraños que el Doctor Walter Bishop (sin duda el mejor personaje de todos) ayudaba a resolver aplicando conocimientos de ciencia, a plantear los problemas por la existencia de Universos Paralelos que colisionaban, y terminar con una última y totalmente distinta quinta temporada llena de sorpresas (aunque más floja que las anteriores).
Siendo uno de sus creadores J.J. Abrams, no han faltado durante sus 100 capítulos los misterios, los eventos inexplicables que iban quedando planteados y no resueltos. Aunque en esta ocasión el cierre de, al menos, la mayoría de ellos sí se llevan a cabo atando cabos entre aquellas primeras temporadas y la última que sirve de cierre.
Lo único malo es que la última temporada es 'extraña', con tan solo 13 episodios y un planteamiento muy distinto a lo que habíamos visto hasta ese momento, que se precipita como cierre de la serie.
Y digo 'precipita' porque la acción discurre mucho más rápida y se nota menos mimo en la historia que nos quieren contar, como si el reloj de cuenta atrás hubiese estado sobre la mesa de los guionistas y productores para dar el cierre a la serie.
Si no la habéis visto y os gustan las series con un toque de ciencia ficción, ponerla en vuestra lista de series a ver, resistiendo una primera temporada que no parece aportar gran cosa pero que sirve de base para el desarrollo de las 4 siguientes presentando una historia interesante y llena de continuos giros.