Levantarte una mañana y sentir la falta de empuje que tenías antes.
Sentir que tus ilusiones se vienen abajo... ver cómo se pierden todas.
Ver que nunca encajaste en ningún estereotipo... saber que eres muy distinto a los demás.
Que lo que a otros les mueves para ti solo sea un entretenimiento pasajero.
Que lo que a otros les llena a ti no te aporte casi nada.
No haberte dejado llevar por las modas... porque siempre has sentido que no eran para ti.
Cuestionarte todo temiendo que nunca encontrarás las respuestas.
Pensar que ya nadie se preocupa por ti, el dolor de ver a nadie le importa cómo te sientas.
La incómoda sensación de saber siempre cuándo te mienten... y la tristeza de que lo haga alguien que te importa y quieres.
La sensación de llevar toda tu vida llegando tarde a todos los momentos importantes... y la cobardía de no atreverte a reclamar lo que sientes como tuyo.
Saber qué es lo que quieres... saber qué llegaste tarde y ahora está fuera de tu alcance.
Haber intentado ayudar siempre a los demás, sin que nadie lo haya agradecido nunca.
Ver a quienes sí te lo agradecerían y saber qué no puedes hacer nada más por ellos.
Ver a quienes quieres a punto de cometer de nuevo los mismos errores, y no conseguir que te escuchen.
No saber dónde se esconde Dios, para pedirle el puto libro de reclamaciones.
Saber que una vez que todo se ha ido, es el momento de reencontrarte y descubrir quién eres en realidad.
Todo esto es Imienes.
Aclaración: palabra inventada para reflejar que uno está hasta los cojones de n-mil cosas, que paso de enumerar porque no cabrían en el blog.
2 comentarios:
Precioso post y preciosa canción.
Hace ya tiempo que te leo, me pareces un tio con la cabeza muy bien amueblada y con un gran sentido común, aunque me estan sorprendiendo estas últimas entradas tan apesadumbradas. Ya lo comente una vez, pero lo repito, una de las cosas que creo que mas me gustan de leer son esas ocasiones en las que das con alguien capaz de ponerle palabras a lo que uno en ocasiones piensa o siente de una forma mas certera y además con gran belleza.
De todas formas desde la lejanía, sin conocerte de nada mas que de leerte en el blog, y aunque solo por sea por eso con aprecio, preferiría no emocionarme con estas entradas que escribes últimamente por que seria señal de que has dejado atrás la "mala racha". Enhorabuena por el blog
Un abrazo
Amigo anónimo, muchas gracias.
La verdad es que leer estos comentarios se agradecen y mucho. Desde el inicio de la crisis se nota, y mucho, que la gente está de peor ánimo para esa actividad diaria de seguir los blogs que les gustan y dejar algún comentario.
Por ello, estos comentarios que van llegando poco a poco son mucho más valiosos, porque sé lo difícil que es encontrar un hueco para dejarlo.
Sobre el tono, pues sí... reconozco que es más apesadumbrado del que me gustaría, pero también yo estoy falto de tiempo, hasta arriba de tanto trabajo. Así que cuando escribo, a menos que haya encontrado un hueco para pensar en algo interesante de lo que hablar, suele ser porque necesito desahogo, y llevo una racha en la que necesito bastante.
Pero tampoco hay que preocuparse, las rachas malas vienen, pero terminan por irse y ser sustituidas por otras buenas.
Todo es cuestión de esperar a que llegue el momento adecuado.
Gracias por estar ahí.
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