Mirar el amanecer camino del trabajo, ver cómo el Sol llena todo de vida y pensar que siempre hay sitio para un nuevo día tras morir el anterior.
Saber que una vez vacío, el vacío solo puede ser llenado por nuevas ilusiones que han de llegar.
Darte cuenta de que más que distinto, en realidad eres único en un mundo donde todos quieren ser clones.
Que no te conformas con cualquier cosa y crees que el tiempo merece ser gastado en cosas más importantes.
Que las cosas que realmente te llenan son metas fuera del alcance de los demás.
Ver que tienes tu propio estilo, porque has sido fiel a ti mismo.
Encontrar una de las respuestas y saber valorar lo valiosa que es.
Descubrir que hay alguien a quien le importas, la alegría de reconocer lo valioso que es tener a alguien así.
Perdonar esas mentiras, porque dentro de ti sabes lo mucho que te importa esa persona.
Seguir buscando ese momento que te pertenece, en el momento justo en el que debes de estar ahí y que hará que sea único e irrepetible.
Comprender que si lo quieres harás lo posible por alcanzarlo porque las mejores cosas son las que más cuesta conseguir.
Recordar el agradecimiento en la mirada, en el apretón de manos, en el abrazo de todos aquellos a los que ayudaste y entender que el sentimiento les abrumaba tanto que no podían articular palabra.
Entender que si bien no puedes darles todo lo que quisieras, puedes darles tu compañía/amor/amistad y estar a su lado siempre que lo necesiten, porque lo que ellos realmente quieren es tenerte a su lado.
Estar siempre ahí tras su error, para escucharles, abrazarles y consolarlos porque les quieres.
Pensar que Dios te mira desde su escondite y confía en ti para que lo hagas lo mejor posible, y se siente orgulloso.
Empezar a percibir que en realidad eres mejor de lo que creías.
Recordar su mirada llena de ilusión, sus ojos clavados en los tuyos, todas las sonrisas que has conseguido robarle a sus labios, todas las veces que conseguiste hacer sonar su dulce risa, cada ocasión en que viste en sus ojos la admiración que le provocas o ese gracias que su boca no era capaz de articular... esos momentos juntos llenos de confianza que son solo vuestros, porque ella no da su confianza a cualquiera.
Todo esto es Alidar, y es el antónimo de Imienes.
Porque aunque todos vivimos malos momentos, éstos también terminan y son sustituidos por otros llenos de lo mejor que nos pueda dar la vida.