Interesante la noticia que leo hoy en ElMundo.es
Aunque lo más interesante no está tanto en el efecto mediático de hacer referencia a Nadal, si no en lo que se dice sobre la empresa, su producto, el fundador y su forma de funcionar:
Eduardo Anitua montó su primer laboratorio de investigación como un hobby hace 20 años. Ahora, su empresa BTI Biotechnology Institute tiene más de 300 empleados y factura 25 millones de euros cada año.
Al cabo de cinco años de investigación, el hobby terminó dando jugosos frutos y su patente PRGF-Endoret (plasma rico en factores de crecimiento) se ha usado para ayudar a la recuperación de lesiones del tenista Rafael Nadal, de los jugadores del Athletic de Bilbao o del Rey Juan Carlos I.
Sí señores, ahí tenemos lo que sucede cuando una empresa decide dedicar dinero a I+D en lugar de a repartir beneficios, es decir, cuando su FIN es mejorar y hacer cosas nuevas, y no tener contentos a los accionistas.
Pero ¿entonces no da beneficios? Por supuesto que genera benficios, pero mirar lo que hace con ellos:
La compañía de Eduardo Anitua se creó a mediados de los años 90 y desde entonces invierte el 100% del beneficio en investigación y desarrollo
Es decir, en lugar de malgastar el dinero en llevárselo a una cuenta y dedicarlo a vivir a todo trapo, este Investigador dedica los beneficios a seguir investigando y lograr más avances que aseguren la viabilidad de la empresa y su competitividad.
Vamos, todo lo contrario de lo que es habitual, muy habitual, ver en la inmensa mayoría de empresas españolas.
Un aplauso para este señor y la mayor de las suertes.
Eduardo Anitua - Foto de ElMundo.es |