Leo en ElMundo.com, una artículo sobre Steve Vaught, una persona capaz de enfrentarse a sus problemas y emprender un viaje personal capaz de dejar en mero paseo al Camino de Santiado.
Steve Vaught era un hombre delgado y felizmente casado, con dos hijos, que cayó en una profunda depresión a raíz de un accidente en el que murieron dos personas. Esta depresión le llevó a comer de forma compulsiva, pasando a pesar 190 kilos.
Tras un tiempo se dio cuenta de su infelecidad, causada, según cuenta, por su exceso de peso.
Así que un día decidió pelear contra su infelicidad, y emprendió un viaje que le ha llevado a recorrer durante 13 meses la nada despreciable cifra de 4.800 kilómetros.
Y tras tan largo viaje, que le ha llevado desde el Sur de California hasta Nueva York, ha perdido 45 kilos, pesando ahora 145 kilos.
Steve dice ahora haberse dado cuenta de que es más feliz estando más delgado, lo cuál no deja de ser algo curioso en una sociedad, la norteamericana, donde el índice de obesidad es de los más altos del mundo.
En su blog personal, Steve habla sobre su vida antes de ser obeso, y de lo doloroso que resulta en la sociedad estar gordo.
La verdad, es que no me sorprenden sus palabras en una sociedad donde a diario nos venden una imagen de personas delgadas, fuertes y felices.
No tenemos más que encender la tele para ver los anuncios donde chicas delgadas, sin celulitis o michelines nos venden productos que nos harán más felices. U hombres atractivos, delgados y felices que encandilan a las mujeres de su alrededor...
Vivimos, desde hace mucho tiempo, en una sociedad fuertemente esterotipada. Todo obedece a un patrón que nos marca lo que está bien o no... que nos dice cómo debemos de vestir, qué debemos de comer y cómo debemos de ser para gustar a los demás.
Y lo más triste, es que esos anuncios son efectivos...
Echar un vistazo a cualquier gimnasio durante esta época y preguntar si su clientela se ha incrementado durante el último mes.
Fijaos cuando vais a comer, y contar cuánta gente coge una ensalada y algo ligero de segundo porque se acerca el verano...
Y no digo que esté mal, todos debemos de cuidarnos. Pero no por lo que puedan decir los demás o por lo que pueda decir la sociedad... sino por nosotros mismos. Si quieres cuidarte, debes hacerlo por ti únicamente, por disfrutar de tu vida y por estar más a gusto contigo mismo.
Porque que grandísimia hipocresía, ¿no creeis?, que la sociedad que te marca tu ritmo de vida... horarios interminables, trabajos sedentarios, falta de tiempo para comer que nos arroja a la comida basura, stress y agotamiento que nos tira en el sofá cada noche... sea la misma que luego te mire de soslayo y te diga...'estás gordo... no me gustas'.
Y lo triste es que lo tenemos perfectamente asumido...
Recientes estudios de recursos humanos arrojan datos sobre la predisposición de los entrevistadores por gente delgada... que no sean calvos si son hombres... gente guapa frente a gente corriente... en lugar de mirar a lo realmente importante, su currículum y su profesionalidad.
Y cualquiera de nosotros, sentirá predilección por personas que obedecen a los estereotipos de lo correcto y 'guapo'.
En fin... os recomiendo la lectura del blog de Steve, para que por un lado seais capaces de meteros en la piel de quien se siente infeliz por el rechazo de una Sociedad hipócrita y manejable, y para que por otro podais conocer la historia de superación de una persona que un día... se hartó de ser como era, y emprendió un viaje personal para volver a ser feliz.
Desde aquí, le deseo lo mejor a Steve y mi ánimo para que consiga encontrar su felicidad.
Mientras tanto, y dado que yo me encuentro contento conmigo mismo, tal y como soy, yo seguiré por aquí. Aunque por supuesto, prometo hacer dieta para perder los 10-15 kilos que me sobran.
Steve, gracias por tu ejemplo.
Por cierto, agradecería que expusierais vuestras experiencias sobre temas parecidos.
Superación e hipocresía.
Publicado por
Manu, The Java Real Machine
1 comentarios:
Hola,Manu,
Hace menos de un año pesaba 120 kilos. Ahora 85. Reconozco que estoy mucho mejor, al igual que cuando dejé de fumar.
No pido a nadie que haga lo que yo hice. Cada uno debe ser feliz consigo mismo, sin importar que esté gordo y feliz como Buda, o delgadito como Gandhi.
El único consejo que doy a todos es que piensen en su salud, ya que salud es sinónimo de felicidad.
Un abrazo,
Rafael Hernampérez
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