Dice el refranero español:
A perro flaco todo son pulgas.
Parece que no teníamos suficiente con los años de crisis, una situación que va a peor día tras día, un nuevo Gobierno que en tan solo 100 días ha sido capaz de mentirnos hasta la saciedad, incumpliendo prácticamente todo lo que prometieron que no harían, y ahora hasta lo único que 'parecía' un poco más decente resulta que no lo es tanto.
Primero fue el caso Urdangarín, donde la mayoría del país descubrió que el yerno del Rey, antaño un deportista de élite, se dedicaba a 'sus negocios' (nunca mejor dicho) y a utilizar su posición para tratar con toda clase de políticos y empresarios con poca vergüenza.
En Semana Santa saltaba la noticia de que el nieto del Rey, Froilán, resultaba herido en un pie en un accidente con una escopeta para la que no tenía edad de manejar.
Y esta misma semana, quedaba al descubierto el porqué su abuelo, el Rey, no había aparecido a visitarle por el Hospital donde estaba ingresado, porque se encontraba de caza mayor en Botsuana.
Noticia que no se hubiese dado a conocer de no ser porque el Rey sufrió un accidente que le ha supuesto la fractura de una cadera.
Al margen de lo cuestionable que pueda ser el que un abuelo prefiera irse de safari a pasar a ver a su nieto por el hospital, este hecho ha cabreado, y mucho, a la mayoría de los ciudadanos por lo que supone el que el Rey se haya largado de viaje de lujo (con un coste de 30.000€) en plena crisis.
Ha habido aún quien ha querido defenderle, argumentando que el Rey tiene derecho a unos días de asueto, pero la realidad es la que es, que el Rey no es un 'trabajador' al uso.
Así que si un cargo público, un Alcalde por ejemplo, suele tener una agenda muy apretada e incluso le exige casi plena dedicación al cargo y a los ciudadanos, ¿qué no podemos exigirle a alguien a quien ni siquiera hemos podido elegir y que nos cuesta mucho más?
De hecho, a las editoriales periodísticas que ya han criticado este asunto (por el hecho de irse a esta clase de viajes en plena crisis y para hacer algo tan censurable como matar elefantes), ya se escucha alguna voz política:
Ha llegado el momento también de que la Casa Real se plantee, en este caso el jefe del Estado, que tiene que elegir entre las obligaciones y las servidumbres de las responsabilidades públicas y una abdicación que le permita disfrutar de una vida diferente
Por mi parte tengo claro que cada uno es libre de hacer lo que quiera con su vida y su tiempo libre, no diré yo que la persona de Su Majestad no tiene derecho a las mismas libertades que otros ciudadanos. Pero como Rey, como Institución, las cosas cambian.
Su cargo, que no es electo y al que puede renunciar cuando quiera, tiene una serie de responsabilidades que hasta ahora ha venido ejerciendo, pero que le obligan a una gran dedicación por la responsabilidad del cargo que ostentan.
Así que si quiere disfrutar de más momentos de ocio, si no desea seguir ejerciendo su cargo y asumir sus responsabilidades, si quiere una jubilación como la de cualquier otro ciudadano la cosa es muy sencilla... que renuncie y que los ciudadanos podamos escoger si nos interesa alargar el modelo monárquico, darle un carácter meramente diplomático o pasar a ser una República.
Ya que tenemos la oportunidad, cada 4 años, de elegir a quien nos va a dar por saco los siguientes 4, al menos que podamos escoger si queremos una Institución que fuera de ayudar a conseguir algún que otro contrato, parece más preocupada de su tiempo de ocio y sus propios negocios.