Hoy me he levantado nostálgico, así que me ha dado por recordar los móviles que han pasado por mis manos desde que compré el primero en el año 1998.
Ericsson GA 628.
Fue al inicio de hacerse populares los móviles, cuando las llamadas salían por una pasta y el tener una pantalla con píxeles como puños era el auténtico lujo.
Lo adquirí con Telefónica-Movistar en un pack que inclúía plantillas intercambiables para el frontal del móvil, una corbata de regalo de 'Aldeas Infantiles' y una batería extra de 'larga duración' (y doble de grosor) que me vino de lujo para intercambiarlas y tener siempre batería.
Estéticamente no me gustaba, pero el resto de modelos que había al mismo precio era aún más feos, así que me decidí por él, con la suerte de que luego el móvil me salió realmente bueno y daba una calidad muy buena para las llamadas.
O al menos hasta que le rompí la antena y tuve que llevarlo al SAT.
Motorola CD 920
Lo saqué amenazando con darme de baja un año y pico después del primero.
Con respecto al Ericsson tenía la ventaja de la tapa, de una pantalla con más líneas de texto y la novedad de que vibraba, por lo que te enterabas con facilidad de cuándo te llamaban.
Lo único malo fue que la batería se empezó a deteriorar muy pronto, pero aún lo tengo por casa y debería incluso de ser capaz de encenderse.
Siemens M35i
Aquí ya tiré de puntos, cuando los puntos que daba Movistar aún daban para pillar un móvil, y me decanté por este modelo porque las opiniones decían que la batería duraba mucho (cierto) y era un móvil realmente duro (aún mucho más cierto).
De hecho doy fe de que más de una vez se me calló al suelo, pero sin consecuencias gracias a lo resistente que era.
Nokia 6210
Me lo trajo mi padre, y fue el Nokia que más me gustó con diferencia.
Se notaba que estaba por encima de la gama media de Nokia por funcionamiento e incluso por el tacto del teclado. Pero un día de repente dejó de pillar señal, y temiéndome que el SAT me metería una hostia del copón por arreglarlo decidí que sería mejor cambiarlo por otro.
Nokia 8210
Este pequeñín fue un préstamo hasta que me hice con un nuevo terminal, y aunque no fue capaz de sustituir al 6210 plenamente hizo muy bien su labor, aunque su batería creo recordar que era bastante escasita.
Lo mejor era su reducido tamaño y peso, que lo hacía tremendamente cómodo.
Nokia 3510.
Sin duda, este móvil fue mi mayor decepción y el inicio de mi total divorcio con esta marca.
Su batería se fue al carajo en un tiempo record, pero como quedaba fuera de la garantía te decían que tenías que comprarte una nueva y no la cubrían.
Su pantalla era a color, toda una novedad, pero con píxeles como puños y con una resolución penosa, tanto que cualquier foto recibida vía MMS se veía de pena.
Nokia 6085.
Pese a la mala experiencia anterior, este móvil me llamó la atención aunque no estuvo exento de polémica.
Cámara incorporada, posibilidad de ponerle tarjeta microSD (se acabaron las limitaciones de espacio), mejor calidad que el anterior teléfono.
Pero Movistar me engañó, puesto que la foto promocional que ponían del móvil correspondía a la del Nokia 6267, que tenía la pantalla externa a color y con botones para la música.
Aún así, fue un móvil bueno y que aún disfrutó mi padre una buena temporada tras cambiarlo.
Nokia 6151.
Entonces llegó el cambio de Movistar a Yoigo, y fue con este teléfono por partida doble (uno para mí, otro para mi media naranja).
Cámara de fotos decentilla, tarjetas de memoria, 3G (lo podía usar como módem vía Nokia PC Suite), USB para conectarlo al PC, pantalla decente a color...
Tan solo la batería me defraudó un poco, más un problema con el teclado que me fue reparado en garantía.
Nokia 3120 Classic.
Y este llegó por sorpresa, tras el problema con el teclado del anterior y habiéndome quejado a Yoigo, un día me llamaron para ofrecerme renovar con ellos dándome este móvil por 0€.
El terminal mejoraba al anterior en todo, diseño más plano, pantalla más grande y de mejor calidad, cámara de 2mpx con flash, cámara frontal... un teléfono que me fue realmente útil hasta que me decidí por dar el salto a Android.
Samsung Galaxy Spica.
Con este terminal entré en el mundo Android, en el que aún sigo a día de hoy.
Un terminal de gama media, limitado en sus prestaciones pero asequible para los que se querían inciar en Android y con una comunidad que le daba soporte, con ROMs que trajeron la versión 2.1 antes que la liberase Samsung.
Perdí el flash para la cámara, pero a cambio ganaba con una pantalla mucho mayor, una interfaz muy buena y personalizable, con tarifa plana de datos para poder usar el móvil como módem 3G vía EasyTether.
Sony Ericsson Xperia Neo V.
Y finalmente, este año ha llegado mi último Android, un terminal superior al Spica en todo (resolución, tamaño pantalla, memoria, fluidez, versión de android, procesador...) pero que siguiendo mi máxima de no pagar de más por los últimos modelos, se engloba en los terminales medios.
Y vosotros, ¿recordáis todos los móviles que han pasado por vuestras manos?