Semana dura, por el trabajo y por otro (más) cambio repentino de tiempo.
Después de haber disfrutado de unos calurosos días de final de primavera, hemos vuelto a los cielos grises, las nubes corriendo sobre nuestras cabezas y la intensa lluvia.
Y será por el tiempo, por el duro trabajo o por las pocas horas descansadas... pero hoy me siento tremendamente nublado, como si las nubes grises estuviesen sobre mi cabeza.
A veces las nubes grises están en tu cabeza, ensombreciendo tus pensamientos y marchitando tu estado de ánimo.