Cuenca, pasada semana santa...
Nos encontramos junto a la Plaza Mayor, en la puerta de 'Las Blancas' (monjas de clausura) frente a los arcos que dan paso a la Plaza.
En ese momento llevamos un rato viendo pasar pasos de procesión, con sus nazarenos y toda la fanfarria.
En esto que la niña, 3 años y casi 4 meses, sentada en mis rodillas mientras mira pasar la procesión, me mira y me suelta:
Papá, mira... el Rey
Yo me quedo durante un momento callado, mientras miro hacia la procesión y la gente de alrededor, pensando en cómo es posible que la niña sea capaz de reconocer a S.A.R. Don Juan Carlos I... pero no veo nada, así que pregunto:
- Hija, yo no veo ningún Rey... ¿dónde lo has visto?
Y con un tono de estar cargada de razón, como si me estuviese diciendo algo que es obvio y visible para todos, apunta con el dedo a la procesión y me dice:
- Ahí papá... lo llevan esos señores ahí arriba...
Y entonces me doy cuenta de que señala al Cristo que llevan en el paso y con una sonrisa le intento explicar que no es el Rey, sino Jesucristo, a lo que se reitera en lo dicho...
- Que no papá, que es el Rey, ¿no ves que lo llevan arriba y tiene una corona?.
Por supuesto, ahí me reí y tuve que darle la razón mientras pensaba que era absurdo intentar imponer la razón ante la suprema inocencia de la niña.