A veces pienso que en este mundo las personas son por naturaleza egoístas, y que por ello son incapaces de pensar en otra cosa que no sean ellos mismos.
Incapaces de darse cuenta de que la mayoría de las veces, sus 'grandes' problemas, no son más que estúpidas y absurdas nimiedades que ellos mismos engordan a base de ego con el absurdo objetivo de ser más desdichados que los demás.
Más le valdría a todos ellos, aprender a mirar con los ojos de los demás, aprender a ponerse en el pellejo de los demás por un momento y ser capaces de entender que hay cosas más importantes en el mundo que su propio ombligo.
Quizás entonces, la vida no les parecería tan 'difícil', una vez aprendido que hay cosas más importantes que el YO, YO, YO...
Egoistas.
Publicado por
Manu, The Java Real Machine
2 comentarios:
No es sorprendente, Manu, y más en una sociedad en la que se tiende a aislar a las personas, y donde muchas veces tampoco te dejan ser altruista. Por ejemplo, ¿a cuántos vecinos de tu edificio conocesn(no de vista, si no de charleta y de favores)? ¿cuántos te dan los buenos días? ¿cuántos casos ocurren en los que por ayudar desinteresadamente o mediar en un conflicto las ostias te las llevas tú, y el culpable eres tú? ¿cuántas veces, por ayudar, te mandan a la mierda diciéndote "métete en tus asuntos"? ¿cuántos casos de organizaciones han hecho negocio o se han llevado las donaciones desinteresadas de sus mecenas? ¿cuántas veces arrimas el hombro y otros se cuelgan las medallas de tu esfuerzo, atribuyéndoselo sin hacer nada?
No critico tu post, Manu. De hecho estoy de acuerdo contigo. Pero también hay que analizar el por qué, y algunas de las pinceladas que te acabo de dar alimentan nuestro egoísmo. Parece que ser bueno, ser altruista, el ayudar... es de gilipollas (lo digo con buena intención, ya que soy el más redomado de los gilipollas). Hay que ser valiente para ser así, y más cuando te pasan estas cosas, y sigues siéndolo a pesar de todo, a pesar de ver que otros se aprovechan de ti, o que sales malparado por ir de buena voluntad, o que muchas veces, no sólo no te lo agradecen si no que terminan obligándote y les sienta mal la primera vez que por causas mayores no puedes.
En este sentido soy el más redomado de los gilipollas, un bicho rato en peligro de extinción, que solamente actúa cuando las condiciones son propicias para que no pase lo que he reseñado anteriormente. Por ejemplo, hace cosa de un año y medio, decidí escribir un libro sobre el Síndrome de Piernas Inquietas, y así ayudar a los seres humanos que padecen esta enfermedad, así como la AESPI (Asociación Española de SPI). He asistido a conferencias de la AESPI y he conocido a seres entrañables que superan estoicamente las dificultades de la vida. Solamente por su agradecimiento, por su valor, por su carisma, merece la pena ser como soy.
Lo lamentable es tener serlo bajo circunstancias como éstas, y no en todas las ocasiones. Me gustaría serlo cada minuto del día con todo el mundo, en todos los lugares y con todas las personas. Pero terminas aprendiendo que para cultivar una semilla hay que tener una buena tierra (no cualquier tierra), una buena época (no cualquier época), un buen clima (no cualquier clima) y buena agua (no cualquier agua).
¡Hola Manu!
Estoy de acuerdo en parte con el comentario anterior, la sociedad tiene influencia en este "egoismo" porque a veces no sabes cómo actuar para no darte de narices.
Hace tiempo iba un día en el metro y entró una señora mayor a la cual cedí mi asiento. La señora se ofendió muchísimo porque ella no era tan mayor como para necesitar que le cedieran el asiento.
Por eso cuando voy en transporte público no me muevo de mi sitio a no ser que a la persona que llega le vea claramente en la cara que me mira para que me levante. Me pueden tachar de egoista, pero no tengo ganas de darme de narices por ser generosa.
Por otra parte, diré que tienes razón, hay mucha gente que sólo piensa en sí misma, y no es por que se haya escarmentado sino es porque por naturaleza es egoista.
Muchos niños de ahora son auténticos tiranos egoistas. Los padres no sabemos inculcarles ciertos valores que a la larga los convierten en personas que sólo piensan en sí mismos.
Yo lo intentaré con mi hijo, espero no fracasar. No quiero que sea uno de esos niños egoistas, que bastante lo son ya por sí mismos. Quiero que aprenda a compartir y a pensar un poco en los demás.
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