Estamos muy liados, pero os dejamos un chiste...
Llega el Conde a su mansión.
El mayordomo, atentamente, le abre la puerta, agacha la cabeza y reverencialmente lo saluda:
- Adelante, hijo de la gran puta, ¿de dónde viene el señor Conde con esa cara de gilipollas amariconado?
A lo que el Conde, sonriente, le contesta:
- De comprarme un audífono, Bautista, de comprarme un audiofono.
1 comentarios:
Jajajajajaj,
jajajajajajajaj, jajajajajaj. ¡Qué bueno! jajajajajajaja.
Mira, Manuel, he tenido un día agotador, me duelen hasta las pestañas, pero me he reído como pocas veces, jajajajaja.
¡Qué bueno!
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