Sabor Agridulce...

Agridulce... así es el sabor que nos ha dejado tras su actuación en el Eurobasket.

Anoche nuestros chicos de oro tuvieron la oportunidad de conseguir ganar el Europeo para nuestro país... pero desafortunadamente no siempre se puede ganar aún cuando tienes uno de los mejores equipos del Mundo.

Para muchos, la derrota de anoche ante una Rusia que también ha hecho un gran campeonato, puede parecer una decepción...

Pero para uno que lleva años siguiendo el baloncesto, y que recuerda con qué emoción se vivía el llegar a Semifinales en otros Europeos, ante la posibilidad de poder lograr el Bronce, la Plata de anoche me parece un gran triunfo para nuestra selección.

No podemos olvidar que nuestra selección ha jugado a un gran nivel durante estos quince días que ha durado el Eurobasket, y que enfrente ha tenido a las mejores selecciones de nuestro continente.

Además, no es lo mismo jugar un campeonato siendo una selección más, que jugarla siendo la Campeona del Mundo.

No hay más que ver cómo los rivales de España, desde el día de Croacia, se han empleado a fondo y con dureza en su defensa a nuestra selección, sabedores de que únicamente con el juego físico se puede intentar parar a un bloque donde cualquier jugador es capaz de asumir la responsabilidad y hacerte un roto...

Croacia fue el primer equipo en darse cuenta, y así llegó nuestra primera derrota, en un partido muy físico donde sus jugadores se emplearon a fondo para parar nuestro juego interior (principalmente a Pau Gasol), y donde además nuestros jugadores pecaron de exceso de confianza.

Y a partir de aquella derrota, cada selección que posteriormente se ha enfrentado a España, ha aplicado el mismo tipo de juego físico y duro que acaba pasando factura.

Rusia ya nos lo puso complicado en la segunda fase... e incluso Israel se empleó con dureza contra España...

En cuartos, una desarbolada Alemania que cayó por 28 puntos también se aplicó con dureza y castigó a nuestros hombres de interior, aunque el resultado final haga parecer que los nuestros se pasearon por la pista.

Y en la semifinal, una durísima Grecia, ayudada por un escandalosamente permisivo arbitraje, se empleó con tremenda dureza contra los nuestros el día antes de la final...
Porque el sábado, el día antes de la final, los nuestros se emplearon a fondo para meterse en la final ante un equipo que recurrió a la dureza física, rozando y sobrepasando constantemente el límite de las faltas (aunque inexplicablemente las faltas no se pitaban), obligando a los nuestros a emplearse a fondo hasta escaparse en el marcador en los últimos minutos y lograr la victoria...

Y ese partido, tras una semana de duros enfrentamientos, ayer nos pasó factura.

Y Rusia, sabedora de que solo jugando con dureza se puede ganar a la Campeona del Mundo, ayer se aplicó sobre Gasol. Hasta cuatro pivots contrarios defendieron a nuestra estrella, metiendo codos en cada jugada y recurriendo a las ayudas constatemente para evitar que se acercara con comodidad a la canasta.

Y pese a ello, a falta de 4 segundos para el final del partido, los nuestros mantuvieron el tipo y estuvieron por delante en el marcador... hasta la afortunadísima canasta de Holden, y el posterior tiro de Gasol que se salió por muy poco.

Así que hablar de desilusión, o decir que los nuestros no supieron ganar la final, me parece poco menos que un insulto para un grupo de jugadores que han sabido hacernos recobrar la ilusión en nuestra selección y dejar bien alto nuestro pabellón.

El baloncesto no es una ciencia exacta, y cuando se juegan 5 partidos en 8 días, no siempre se puede estar al máximo.

Y aunque ayer no fuese el mejor partido de los nuestros, como se suele decir 'Para perder una final, primero hay que jugarla'... y llegar hasta donde han llegado, tras haberse proclamado hace un año Campeones del Mundo, tiene suficiente mérito para darles un más que merecido aplauso y demostrarles el apoyo de una afición que ha vibrado y disfrutado de un Eurobasket, donde por primera vez nuestro objetivo no era 'pasar de cuartos'...

Y dejémonos de lamentos y 'si hubiese...' a posteriori, porque es más fácil juzgar desde fuera, que tener el coraje para haberlo intentado hasta el final...


Animo Campeones, porque aún quedan muchos partidos y muchas victorias por disfrutar... ¡¡nos vemos en las Olimpiadas!!...