Abandonado... wind of changes...

Lo siento mucho, pero tengo el blog descuidado estos días...

Ando liado hasta las orejas, con el trabajo y algo de trabajo que me ha salido por mi cuenta, para hacer en casa...

Así que según salgo de trabajar, llego a casa y me pongo de nuevo a trabajar. Así que no tengo tiempo ni para ver las noticias del día e intentar traeros las más interesantes.

Al margen de eso, un tema personal también me tiene algo distraído. No es nada malo ni preocupante, pero sí algo que tenía que llegar, muestra de los cambios que están por venir.

Y es que a veces, por más que intentemos evitar que lleguen determinados momentos, determinados cambios que nos hacen darnos cuenta de que el tiempo pasa y las cosas cambian, al final el tiempo lo pone todo en su lugar.

Y me temo que uno de esos momentos de cambios, uno de esos periodos de transición ha llegado.

Y aunque no es algo malo, me da mucha pena.

Me da pena, porque en los próximos meses es posible que pierda el contacto con personas a las que conozco desde hace 19 años. Amigos a los que quiero, y con los que me gustaba juntarme cada fin de semana.

Pero por desgracia, cada uno hemos ido siguiendo caminos distintos, salvo por una afición común. Y cada uno en su camino, hemos adquirido compromisos que nos alejan poco a poco...

Durante este año, he intentado mantener el grupo unido, pero pese a los esfuerzos, parece que nuestras respectivas vidas tiran de nosotros en direcciones distintas y alejadas.

En fin... así es la vida, y como siempre, tras un periodo de cambio en el que parece que pierdes algo... algo nuevo llegará a nuestras vidas.

Pero me temo, que sea lo que sea, y por muy bueno que sea, nunca llegará a ser lo suficientemente dulce como para aplacar el amargo sabor de la melancolía y el tiempo que se ha ido irremediablemente.

Bueno... creo que por hoy es suficiente melancolía.