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martes, 12 de marzo de 2013

Retrato de nuestra ESTUPIDEZ

Vivimos en un país con un mal endémico muy grave, un sistema productivo casi inexistente, donde durante décadas hemos sufrido una desindustrialización que nos ha dejado sin apenas Industria de primera línea y mucha secundaria que se está yendo al garete por la falta de la primera.

Vivimos en un país que ha sobrevivido a costa de burbujas especulativas, monopolios encubiertos o no tan encubiertos, bancos que se endeudaron (y contribuyeron a que los españoles también lo hiciesen) mucho más allá de los límites de lo razonable.

Vivimos en un país donde asistimos en los últimos meses a casos y más casos de corrupción política que en cualquier otro lugar hubiesen supuesto una revolución y que la gente se echase a la calle unida para acabar con tanto sinvergüenza campando a sus anchas.

Vivimos en un país a donde a mucho 'maestro liendre' se le llena la boca de frases hechas sobre que el futuro está en el I+D+i, en que hay que invertir para crear algo bueno que nos genere beneficio, que faltan emprendedores y que faltan inversores para sacar adelante las buenas ideas...

Pero luego, tras toda esa conversación de bar nos retratamos con cosas tan absurdas y gilipollas como esta:

Unos gratis, otros de pago: ¿a qué está jugando WhatsApp?


WhatsApp, la aplicación que nos ha liberado de la tiranía de los SMS cobrados a precio de oro por las  Teleoperadoras, que nos pone en contacto con todos nuestros amigos sin límites a un precio ridículo de menos de 1€ al año, tengan un móvil con Symbian, con Android, Blackberry o un iPhone.

La aplicación que durante más de 1 año (yo la he usado más de 2 años) hemos disfrutado en Android a coste CERO, merced a un periodo de prueba que nos han ido aumentando sin tener que pedirlo, ahora resulta que pasa a ser al fin de pago.

¿Y cuál es la respuesta de los españolitos?... llorar, quejarse, insultarles porque 'pretenden hacerse ricos a nuestra costa', y empezar a promocionar otras alternativas como Line o Spotbros (de la que casi nadie se acordaba hasta hoy) porque 'son gratis'.

Y nos retratamos, como desagradecidos, ingratos, miserables... porque alguien que tuvo una idea genial en su día, y habrá dedicado muchas horas de trabajo para que hoy podamos enviar mensajes a cualquier parte del mundo sin casi coste, ahora quiere cobrar algo por ese servicio.

¿Así pretendemos cambiar algo? ¿de qué sirve invertir o innovar en un país donde todo el mundo se ha acostumbrado al 'todo gratis'? ¿O es que alguno cree que si Spotbros pudiese no empezaría a cobrar también?

Aquí fuimos tan gilipollas que de un día para otro nos subieron el café de 100ptas a 1€ (166.386ptas) y nos callamos, le dimos el euro al del bar mientras nos contaba una milonga sobre 'cómo ha subido todo, me tienen ahogado'  para justificarse y empezamos a vivir como alemanes con salarios españoles.

Y aún somos tan gilipollas que aún en plena crisis nos lanzamos a comprar 'smartphones', pagar tarifas de datos, nos dejamos 200€ en un terminal con el que presumir y poder usar 'WhatsApp'... y ahora montamos el numerito porque hay que pagar 0.89€ al año.

Me imagino al dueño del bar escuchando las quejas de la mañana sobre 'los cabrones del WhatsApp', dando la razón a esos puteados que lucen smartphones nuevos, mientras por dentro se descojona y piensa... 'míralos, mañana les subo el café a 1.50€ y no deja de venir ni un solo'.

Eso sí, mientras tanto los que se dejan su tiempo libre en intentar hacer algo distinto, seguirán trabajando a cambio de nada, sin encontrar inversores o no consiguiendo de la gente nada más que buenas intenciones y palabras (mientras les siga regalando su trabajo).

Porque la puta realidad es que aquí nadie va a invertir sabiendo que lo más probable es que en el momento que quiera cobrar por el trabajo financiado, nadie querrá soltar ni un mísero euro por muy buena que sea la idea.

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